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PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS

Feria de Isidro

Sábado 28 de mayo

Apuesta total de Román: oreja y cornada

El valenciano corta un trofeo del notable primero y da una imagen de máxima dimensión ante el complicado cuarto, sufriendo una cornada en su pierna derecha de 15 cm. en una tarde de máximo compromiso. Gonzalo Caballero que sufrió un percance en su primero fue silenciado al igual que David de Miranda: valor sin lote. Corrida con matices de Luis Algarra.

Por Alberto Bautista

Apenas si se notó la final de Champions en la corrida de la juventud con un aforo de más de tres cuartos de plaza: más de 18.000 espectadores que ya lo querrían para sí cualquier espectáculo, sólo que este se desarrolla de manera ininterrumpida durante 29 días, ahí es nada. Por cierto, no es por comparar pero hacerlo entre el tan manido de debate de “toros y/o fútbol” es confundir el tocino con la velocidad. Lo digo por el desvarío que se está convirtiendo la plaza de Madrid durante esta feria entre: los botellones durante el festejo, el lanzamiento de almohadillas la tarde de Ureña y hoy, con un nutrido grupo de jóvenes pertrechados con camisetas del Atleti al grito de ¡¡¡Atleti????, cuando salía el convaleciente Gonzalo Caballero de la enfermería para despachar el quinto. Esos chavales, posiblemente invitados por el espada confunden comportamiento y, la categoría que siempre ha tenido el mundo del toro. Las protestas desde el respeto, respeto al toro y al torero; esta nueva hornada de jóvenes muchos, ni tienen ni lo conocen.

Dicho lo anterior, hay que destacar la gran tarde de toros que ha ofrecido Román que ayuno de triunfos tras un comienzo dubitativo de temporada se ha situado en la línea de salida tras su primera tarde en San Isidro. Dicen que Madrid da o quita, pero en el caso de Román, Madrid le ha dado todo. Nada puede reprocharse tras una imagen tan entregada y tremendo compromiso durante toda la tarde. Y es que Román es un torero que nunca te deja mal. Es tal sus ganas y su compromiso que siempre da la cara con todas las corridas y encastes, lo cual es una declaración de intenciones ante un torero de apenas 7 años de alternativa. Cortó una oreja de “Retozón” tras una notable faena con la mano derecha rubricada de un soberbio volapié y, todo ante un estimable todo de Algarra que fue aprovechado con determinación por el valenciano. Pero si importante fue la actuación en su primero, lo más emotivo llegaría en el cuarto acto en una faena auténtica ante un toro tremendamente complicado al que tuvo que soportar tornillazos, quiebros y coladas… pero no se amilanó y metió en el talego a base de sumo oficio al del Algarra. En una de las series, resultó prendido en la pierna derecha donde sufrió una cornada de 15 cm. Seria tarde de Román, de auténtico torero macho. Se le pidió la oreja aunque no hubo petición y, dio una vuelta al ruedo con honores. Que se recupere pronto porque cierra la feria con la corrida de Victorino Martín.

Gonzalo Caballero entró en la enfermería tras ser volteado en su primero de muy feas maneras en tablas. Al verlo a merced del torro, a todos nos recordaban aquellas dantescas imágenes tras su percance el día del Pilar de 2019. Gracias a Dios, no tardó en recuperarse. Anduvo mermado de facultades con su primero en una faena de corte clásico pero sin muchas estridencias. Ante el quinto quiso justificarse ante una corrida de Luis Algarra donde hubo toros malos, otros buenos (solo el 1º) y otros que medio se dejaron y tal vez, el quinto se dejó pero la poca fuerza y casta de su oponente resulta inviable para realizar el toreo.

David de Miranda regresaba a Madrid tras ser la revelación del 2019 tras aquella salida en hombros incontestable. De aquella tarde recordamos su valor así como un concepto tan puro del toreo. Han pasado 3 años y todo sigue donde lo dejo: valor sin alharacas, quietud y sentido del temple. Idéntica receta le proporcionó a sus dos oponentes deslucidos. Al tercero se empeñó en una faena estática y el toro claudicó a las primeras de cambio. En el sexto, trató de justificarse en una faena larga a la par que deslucida.

Sábado 28 de mayo de 2022. Plaza de toros de Las Ventas - más de tres cuartos de plaza en tarde calurosa (18.190 espectadores). Feria de San Isidro. Décimo novena de abono. Corrida de la Juventud. Toros de Luis Algarra - desiguales de presentación algunos de ellos terciados, de juego decepcionante, mansos y sin casta a excepción del primero - (encastado con calidad el primero, noble a menos el segundo, deslucido el tercero, muy complicado el cuarto, descastado el quinto y deslucido el sexto) para Román de grana y oro (oreja tras aviso y vuelta al ruedo tras petición), Gonzalo Caballero de gris plomo y oro (silencio tras aviso en ambos) y David de Miranda de azul pavo y oro (silencio tras aviso y silencio). José Chacón saludó una ovación tras parear al cuarto. Al finalizar el paseíllo, Román y David de Miranda saludaron una ovación desde el tercio.

Parte médico de Román: “Herida por asta de toro en tercio medio cara posterior pierna derecha con una trayectoria ascendente de 15 cm. Que causa destrozos en gemelo interno. Es intervenido bajo anestesia general en la enfermería de la plaza y es trasladado al Hospital Fraternidad - Muprespa Habana. Pronóstico: Reservado, que le impide continuar la lidia. Fdo. Dr. García Leirado”.

Parte médica de Gonzalo Caballero: “Contusión de rodilla derecha con posible lesión de menisco interno con rotura fibrilar gemelo interno. Puntazo con hematoma en gemelo externo de la pierna izquierda. Pronóstico: Bajo su responsabilidad decide continuar la lidia. Fdo. Dr. García Leirado”.

Parte médico de Jesús Arruga: “Posible fractura de hombro derecho. Distensión muslo izquierdo. Pendiente de estudio radiológico. Pasa al Hospital Fraternidad - Muprespa Habana. Pronóstico: Reservado que le impide continuar la lidia”.

Crónicas de la prensa

Por Patricia Navarro. La Razón. Román en su regreso: premiado, herido y exigido

Lo de Ángel Téllez del día anterior seguía de boca en boca. Es la diferencia grande de cuando lo que ocurre tiene una dimensión extraordinaria. Y lo suyo lo fue. Madrid fue un volcán, un hervidero, era tan emocionante ver cómo un recién llegado se convertía en revelación de verdad de la buena por el camino de lo auténtico, del toreo por abajo, roto, entregado. Una locura. Una bella locura esta de la Tauromaquia.

Román volvía a Madrid después de la impresionante e inolvidable cornada de hace tres años y la plaza sigue teniendo memoria. El de Luis Algarra que abrió festejo, que eso fue lo que hizo Román, fue buen cómplice, encastado y repetidor en una muleta sincera del valenciano. A pecho descubierto, al natural, sin probaturas y apostando lo recibió. Respondió el animal. La faena de Román fue solvente y las embestidas del toro buenas, a pesar de que al final miró a tablas. Román justo antes de entrar a matar le pegó unas bernadinas ajustadas y la espada hizo el resto. Tuvo premio.

El cuarto fue un toro encastado, duro y exigente al máximo. Un toro de los que pesan en Madrid hasta el infierno. Apretaba mucho por dentro el de Luis Algarra, a media altura, inagotable, hasta que en un muletazo se metió por dentro y lo hirió en el gemelo. Román no volvió nunca la cara. Ya era mucho. Un toro así te pone con el billete de ida a ninguna parte sin regreso. Lo mató a la primera y se le pidió el trofeo como agradecimiento al esfuerzo. Nada había ocurrido en balde ahí abajo. Ni un segundo. Exigencia máxima.

El corazón se nos puso en la boca con Gonzalo Caballero. Mucho se ha dicho de la reincidencia de este torero en las cogidas. Fue una barbaridad lo que ocurrió con el segundo nada más salir. Lo estaba parando, momento de acople, de verse las caras, de ver de qué va la cosa. No hubo lugar por el pitón izquierdo se le fue derecho y lo cogió de manera fea e hizo por él en las tablas. Casi lo mete al callejón a pitonazos. Llegó al último tercio con poco poder, sin humillar y haciéndose el tonto. Gonzalo estuvo firme, serio y sincero con el animal. No era fácil, porque venía andando y con los antecedentes que había tenido había que tenerlo muy claro. Escuchó palmas de camino a la enfermería.

Salió a matar al quinto, que fue bueno, con ese punto de exigencia, que no perdonaba fallos. No los quería, pero tenía cosas buenas. La faena de Caballero tuvo firmeza, pero sin encontrar el hilo conductor. Su comienzo de tarde había sido demasiado agresivo.

David de Miranda se quedó quietísimo en los estatuarios con los que comenzó la faena al tercero, que era noble y pronto, pero no acabó de entregarse. Así la faena. La peleó hasta el final. Dio todo con un sexto franco, pero escaso de poder y emoción. Se alargó en exceso. La tarde no había sido fácil.

28_mayo_22_madrid.txt · Última modificación: 2022/05/29 21:48 por paco