El 27 de enero de 1612 el rey Felipe III de Austria, llamado “El piadoso”, rey de España y Portugal, decretó y aprobó la construcción de las plazas de toros cerradas, como las que hoy conocemos. Hasta entonces las corridas de toros se celebraban en lugares abiertos, casi siempre en las plazas mayores de las ciudades, dado que más que corridas eran una fiesta de caballeros a caballos. A partir de ese momento comenzaron a construirse en todas las ciudades y pueblos plazas de toros cerradas, también llamados cosos taurinos y hasta circos taurinos. Las plazas son recintos cerrados, generalmente circulares.
Plazas de toros: índice general.