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Inaugurada el 31 de mayo de 2008 con toros de La Gloria, para Finito de Córdoba, El Juli y José María Manzanares.
El nuevo coso taurino, con carácter multiusos y un aforo de más de 5.000 espectadores, se ha construido con la idea de que, además de festejos taurinos, pueda celebrar otro tipo de espectáculos.
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Se sabe que ya desde el siglo XVI hubo corridas de toros en Puertollano. Se celebraban entonces en la Plaza Pública, y se generalizó la costumbre en siglos posteriores de hacerlas en torno a las fiestas de septiembre, con unos encierros previos en los que se llevaba el ganado desde dehesas hasta el toril que hubo en la plaza hasta principios del siglo XVIII.
No será hasta la segunda Feria de Mayo, la de 1896, cuando se inaugure la primera de las plazas de toros de Puertollano. La recién creada «Sociedad La Taurina» fue la encargada de organizar dos corridas de toros, en las que se lidiaron reses de afamadas ganaderías. El primer cornúpeta correspondió a Femando Gómez, “el Gallo”, padre de los más tarde magníficos toreros Rafael y Joselito, que toreó en solitario toros de Sabino Flores el 3 de mayo de 1896. Aquella primitiva plaza fue sustituida por otra de mayores dimensiones a finales de la primera década del siglo XX y que también fue ilegalmente edificada, como aquélla, en terrenos de cordel. Esta plaza era de planta dodecágona y tenía su puerta grande mirando a la cercana Casa de Baños. Por esta puerta salían los toreros triunfadores hasta el cercano Hotel León, y por ella sacaban también las mulillas a las reses muertas para que las cargase el carro del matadero y las llevase a sus instalaciones. Junto a esta puerta se encontraba otra más pequeña que daba acceso a parte de las localidades de sol. En la esquina izquierda se hallaba la tienda de calzados «La Zapatillera»
La plaza de toros no sólo servía para celebrar las tradicionales corridas, novilladas y charlotadas de las ferias: también era el cine de verano más céntrico y de mayor capacidad de la ciudad, pues más de 1.500 personas podían sentarse en sus tres grandes grupos de sillas corridas y en todas las localidades de sol. Muchas veces sirvió también para galas musicales y teatrales, pero, además, en los bajos de la plaza se hallaban algunos de los establecimientos más conocidos: «Calzados La Zapatillera», el almacén de cereales de Don Miguel Belló, la farmacia de Doña Leticia Fernández Luna, una pequeña relojería, el garaje de bicicletas de Don Pablo Valderas, «Electrodomésticos Romero», «Electrodomésticos Valró», la agencia de transportes «Tramer» y el bar «El Ruedo». Ya fuera del perímetro de la plaza, algo más arriba de la entrada a los corrales, estaba la óptica «La Gafita de Oro».
Era tradicional que, tras la temporada de cine de verano, al día siguiente de la festividad de la Virgen de Gracia, se diese una novillada con picadores que prácticamente “cerraba la temporada” para la Plaza de Toros. En la del 9 de septiembre de 1971 encabezó el cartel un novillero de Alamillo que estaba entonces en la cresta de la ola y que, en la primavera siguiente tomaría la alternativa como matador de gran éxito: Paco Alcalde. Pocos pensaron entonces que estaban asistiendo al que sería último espectáculo taurino celebrado en la antigua plaza de Puertollano.
Fiestas: en mayo y septiembre.
Toros en Puertollano.