Herramientas de usuario

Herramientas del sitio


vistalegre._temporada_2021

Toros en Vistalegre

Temporada 2021. Feria Extraordinaria de San Isidro

Jueves, 13 de mayo. Toros de El Pilar (bien presentados, deslucidos excepto 1º y 6º)), para López Simón, ovaciones en su lote, Álvaro Lorenzo, silencio y oreja, y Ginés Marín, silencio y oreja con petición de la 2ª. Crónica del festejo, abajo.

Viernes 14 de mayo. Toros de Juan Pedro Domecq para Enrique Ponce, silencio y silencio, Morante de la Puebla, oreja y bronca, y Pablo Aguado, silencio y silencio. Crónica del festejo, abajo.

Sábado 15 de mayo. Toros de Alcurrucén para El Juli, ovación y ovación, José María Manzanares, ovación y ovación y Paco Ureña, ovación y silencio. Crónica del festejo, abajo.

Domingo 16 de mayo. Toros de Fermín Bohórquez para Pablo Hermoso de Mendoza, ovación tras petición y oreja, Lea Vicens, oreja y silencio, y Guillermo Hermoso de Mendoza, ovación y dos orejas.

Lunes 17 de mayo. Novillos de El Freixo, muy buenos salvo el 6º, para Antonio Grande, oreja, silencio y silencio, Tomás Rufo, oreja y dos orejas, y Manuel Perera, oreja y herido muy grave. Crónica del festejo, abajo.

Martes 18 de mayo. Toros de Fuente Ymbro para Finito de Córdoba, silencio y pitos tras aviso, El Fandi, silencio en ambos y Daniel Luque, ovación tras aviso y dos orejas. Crónica del festejo, abajo.

Miércoles 19 de mayo. Toros de distintas ganaderías para para Andrés Roca Rey, ovacion tras petición, dos orejas y silencio, y para Pablo Aguado, silencio, ovación y silencio. En mano a mano. Aguado herido grave al matar al sexto y el banderillero Juan Jose Domínguez muy grave al banderillear al primero. Crónica del festejo, abajo.

Jueves 20 de mayo. Toros de Hnos. García Jiménez para Miguel Ángel Perera, oreja y ovación, Paco Ureña, oreja y ovación, y Daniel Luque, ovacion y silencio. Crónica del festejo, abajo.

Viernes 21 de mayo. Toros de Victoriano del Río para Diego Urdiales, ovación y oreja, José María Manzanares, ovación y ovación y Andrés Roca Rey, ovación y silencio. Crónica del festejo, abajo.

Sábado 22 de mayo. Toros de Garcigrande para Morante de la Puebla silencio y pitos, El Juli, silencio y dos orejas, y Juan Ortega, vuelta y oreja. Crónica del festejo, abajo.

Domingo 23 de mayo. Toros de Adolfo Martín para Juan del Álamo, vuelta tras petición y silencio, Román, ovación y ovación, y José Garrido, silencio en ambos.


Análisis de la Feria

La desnortada apuesta de Matilla

El San Isidro de Vistalegre de Matilla sucumbe con estrépito en taquilla pero deja un ramillete de nombres y momentos: el capote de Aguado, la categoría de Urdiales, la superioridad de Roca, la inteligencia de El Juli, el momento de Ginés, la destreza de Luque, el valor de Román, la supremacía de Rufo…

Por Alberto Bautista

A finales del mes de marzo la ilusión desbordante del bombazo informativo que suponía la celebración de la feria de San Isidro en el Palacio de Vistalegre, cogió a muchos con el pie cambiado. Por segundo año consecutivo no iba a celebrarse en Las Ventas y el coso de Carabanchel tomaba el testigo con especial perplejidad para muchos aficionados puristas que renegaban del palacio multiusos con apariencia de edificio polivalente más que de plaza de toros. Las semanas iban languideciendo, los carteles asomaban a duras penas y la puesta a la venta de los abonos desestabilizó el establishment taurino. El reflejo de esa nula gestión a la hora de vender una feria muy rematada tuvo el efecto esperado en taquilla. Los precios han sido prohibitivos (el aficionado acostumbrado a Las Ventas - que recordemos que es una plaza pública), plaza cubierta en plena pandemia y el poco eco en el aficionado sin apenas presencia del serial en medios de comunicación nacionales ni campañas de difusión se ha traducido como no podía ser de otra manera en unas pobres entradas. Decepcionante. Desconozco si los números le saldrán o no a la familia Matilla, pero su gestión empresarial ha sido ciertamente decepcionante, no así la apuesta por dar toros que merece el mayor de mis respetos.

Sin apenas público en los tendidos a excepción de las dos tardes que ha trenzado el paseíllo el torero más taquillero del momento Andrés Roca Rey, en el apartado artístico ha sido una feria de toreo caro aunque también ha habido mucho pegapases que continúa rodando las ferias sin ton ni son. Todas las corridas sin excepción han estado muy bien presentadas y encierros como el de Juan Pedro Domecq, Fuente Ymbro, Victoriano del Río y el que cerró la feria de Adolfo Martín un punto por encima de la categoría de la plaza. El primer día Ginés Marín nos vino a confirmar que su estado de forma no ha sido fruto de la improvisación tras cortar una oreja de mucho peso ante una seria corrida de El Pilar donde también paseó un trofeo de menor condición, Álvaro Lorenzo. La corrida de Juan Pedro Domecq no dio apenas opciones a la terna, salvo a Morante que deleitó a los aficionados con una actuación asolerada al segundo. Cortó una oreja. Posteriormente, dio la cara que últimamente estamos acostumbrados a ver al de La Puebla, desinhibido de la lidia. Mismo final tuvo en la corrida de Garcigrande del sábado 22. En rejones con el idéntico cartel que ya acostumbramos a ver en todas las ferias (Pablo Hermoso de Mendoza junto a su hijo Guillermo y Lea Vicens) el joven jinete desorejó al sexto de Fermín Bohórquez, mientras que Pablo y Lea pasearon sendos trofeos. Echamos en falta a Diego Ventura… aunque ya sabemos que es una batalla perdida para el aficionado mientras siga habiendo tantos intereses empresariales y, no se tenga en cuenta lo que suceda en los ruedos. Ahí barre de forma cristalina el caballero sevillano.

Como decíamos ha sido una feria en la que hemos visto torear sin cortapisas. Ese Juan Ortega que explicó sin alharacas ni alivios, qué es torear. El sevillano ofreció un compendio destacado de toreo fundamental cimentado en el natural y el pase de pecho, narrábamos en la crónica. Ese Pablo Aguado que parece tocado por la varita de los que quieren mandar. Sus formas, cites, manejo de las telas, la suavidad del capote le hacen ser acreedor de ese algo especial que sólo tienen algunos. Los chispazos y el aroma sevillano quedó patente en sus dos tardes, sobre todo con ese capote sideral que hizo estallar de júbilo en el mano a mano junto a Roca Rey, aunque desgraciadamente se despidiera de la peor manera posible tras cobrarse una fuerte cornada en el muslo derecho y, de la que se recupera favorablemente.

Roca Rey, dio muestras de su indiscutible valor las dos tardes que hizo el paseíllo pero con diferentes prismas. El miércoles 19 en el cartel más esperado de la feria barrió de un plumazo a Pablo Aguado desorejando a un gran toro de Garcigrande en una actuación de épica que paladeó cada embestida a golpe de muletazo. El sevillano que se fue de vacío, tuvo que irse en volandas camino de la enfermería tras herirle de gravedad el sexto cuando se disponía ejecutar la suerte suprema. Dos días más tarde, era Diego Urdiales el que borró del mapa al peruano dando una lección de torería y firmeza, trayéndonos la pureza del capote meciendo las telas a cámara lenta, la suavidad de una muleta que contó con arrebujados pases de pecho, doblones por bajo y destellos de su toreo caro que pusieron en ebullición al Palacio de Vistalegre con dos soberbias estocadas que con el público del gin tonic dio muestras sobradas de eso que se tiene o no se tiene: la torería, decíamos en la crónica del día.

El Juli ha cuajado una gran feria de San Isidro. El día del Patrón cuajó sin espada dos faenas de corte clásico y poderosas a sendos toros de Alcurrucén y con la corrida de Garcigrande se trajinó a “Tabernero” en una faena lenta y pausada, midiendo los tiempos con el quinto, un gran toro de Garcigrande de encomiable transmisión. Le funcionó la cabeza… como tantas otras tardes. Encontró el pitón correcto y fluyó una embestida enclasada en una importante faena. Volvió a aflorar la plenitud convirtiéndose en uno de los máximos triunfadores del serial madrileño… también como ganadero con la novillada de El Freixo.

Daniel Luque ha sido otro de los triunfadores del ciclo tras cobrarse el enésimo golpe en la mesa. Una vez más. Cortó dos orejas que pudieron ser tres si llega a matar al tercero, pero ahí quedaron en la retina un par de tandas de naturales y de derechazos de suma despaciosidad. De lo mejor de la feria, contábamos el martes 18 con la corrida de Fuente Ymbro, triunfo que no pudo reeditar dos días después la tarde de García Jiménez que contó con algunos ejemplares de buen juego a excepción del lote del sevillano. Paco Ureña dejó su impronta ante un bondadoso toro de la divisa salmantina toreando al natural y volvió a reencontrarse con la afición madrileña. De buen trazo fueron las faenas de Miguel Ángel Perera en la corrida de Matilla en su único paseíllo trenzado en la feria. El valor sin aspavientos de Román pudo tener premio con la seria corrida de Adolfo Martín pero el desacierto en el uso de la tizona hizo que se esfumaran los trofeos.

Mención aparte merece la novillada de El Freixo que fue de largo, el mejor festejo de la feria por juego y dimensión de la terna. Los tres novilleros cumplieron con creces ante una gran novillada de la divisa de El Juli. Todo el mérito para Tomás Rufo que se consagró a las puertas de Madrid con su planta firme y relajada y su estilo lento y vertical le consagraron como el novillero del momento… a las puertas de la tan ansiada alternativa. Cortó tres orejas, en una tarde encomiable. Desorejó al quinto - “Encapuchado” el mejor ejemplar de la novillada por su casta, bravura y movilidad, fue un novillo con una calidad pasmosa. Con menos brillo que sus compañeros pero con acierto estuvo Antonio Grande en una tarde de gloria y drama. Manuel Perera cortó una oreja a sangre y fuego tras sufrir una terrorífica cornada en el vientre con evisceración de asas intestinales según rezaba el parte facultativo. Además del matador Pablo Aguado, también regó el ruedo con su sangre el subalterno de Roca Rey - Juan José Domínguez la tarde del mano a mano cuando se disponía a clavar un par de banderillas al primero de Vegahermosa con un parte médico demoledor. Aunque para feria la que ha echado el Dr. Crespo y su equipazo, otro Ángel de la guarda más de los muchos que habitan en las enfermerías de las plazas.

Crónicas de los festejos

El arrojo de Román en el cierre de Vistalegre

El valenciano emborrona con los aceros sendas faenas de mérito ante una desrazada corrida de Adolfo Martín. Juan del Álamo dio una vuelta al ruedo en el primero y José Garrido se topó con el peor lote.

Por Alberto Bautista

Se acabó lo que se daba y el San Isidro de Vistalegre bajó el telón con otra muy pobre entrada en los tendidos. La muy seria corrida de Adolfo Martín que abrochaba el serial, volvió a defraudar. Extremadamente desrazada y sin apenas oportunidades para una terna con experiencia. Sólo los dos primeros dieron opciones, el resto fue un sufrimiento para quien estaba delante, que a base de tragar y de exponer solventaron el trámite porque la corrida de Adolfo estaba hecha para héroes. De gladiadores sabe mucho Román que a base de apostar fue el mejor parado de la tarde, y todo gracias a su firmeza: el segundo rebañó todas y cada una de sus embestidas aunque consiguió hilvanarle muletazos de uno en uno en mitad de una ferviente lucha, pero el mal uso de la espada dejó todo en tablas… tal y como ocurrió con el quinto en el que a base de someter por bajo al de Adolfo y de administrar de forma magistral los tiempos, le corrió la mano en otra labor incontestable. Echó los arrestos durante toda la tarde, aunque el mal uso de la tizona empañó la sólida actuación.

Juan del Álamo cuajó una tarde de mucho oficio. Lo más lucido de su actuación llegó con el que abrió plaza al que le pidieron la oreja, tras lidiar a un cinqueño de imponente arboladura que le permitió lucirse sobre la diestra en una labor con ciertos altibajos. Dio una vuelta al ruedo. El cuarto, llegó desfondado a la muleta tras exprimirle en los dos primeros tercios sobre todo en el caballo que montó Ángel Rivas y en banderillas, tras dos soberbios pares de “Jarocho”.

El lote de menos opciones fue a parar a manos de José Garrido que fue silenciado en dos actuaciones que no conectaron nunca con los tendidos. No se acopló con el tercero, un toro soso y desrazado. Lo intentó con el sexto, ante el que anduvo firme pero se pasó de faena y taurinamente dijo muy poco. No hubo para más.

Domingo 23 de mayo de 2021. Palacio de Vistalegre (Madrid) - menos de un cuarto de plaza con el aforo permitido. Feria de San Isidro. Última de abono. Corrida de toros de Adolfo Martín - de impecable presencia, muy serios, astifinos pero de juego desrazado. Se salvaron los dos primeros - (con buen pitón derecho el primero, complicado pero con fijeza el segundo, deslucido el tercero, desfondado el cuarto, con transmisión a menos el quinto y de pocas opciones el sexto) para Juan del Álamo de blanco y plata (vuelta al ruedo tras petición de oreja y silencio), Román de blanco y plata (ovación con saludos y ovación con saludos tras aviso) y José Garrido de azul marino y oro (silencio en ambos). Al finalizar el paseíllo, sonaron los acordes del himno nacional. Roberto Martín “Jarocho” saludó una ovación tras parear al cuarto.


El incontestable triunfo de El Juli y la rotundidad de Juan Ortega. Por Alberto Bautista. Dos tardes en San Isidro le han bastado a El Juli para confirmar que el cetro del toreo continua en sus manos por mucho relevo generacional que comience a despuntar. Más de dos décadas de magisterio, firmeza y autoridad. Torero de época. En su última tarde en el remedo de San Isidro organizado por la Casa Matilla y ante la ganadería que mejor conoce, volvió a cuajar una tarde de plenitud ofreciendo su enésima lección. Faena lenta y pausada, midiendo los tiempos con el quinto, un gran toro de Garcigrande de encomiable transmisión. Le funcionó la cabeza… como tantas otras tardes. Encontró el pitón correcto de “Tabernero” y fluyó una embestida enclasada en una importante faena. Al natural, llegaron los momentos más emotivos de una actuación que abrochó con una soberbia estocada. Dos orejas de ley y Vistalegre rendida a la figura madrileña. Cumbre. Con el inválido que abrió la tarde, se inventó a base de obligarle una tanda de derechazos de bella factura.

Si el viernes Diego Urdiales firmó una tarde para el recuerdo, en la tarde de este sábado Juan Ortega ha explicado sin alharacas ni alivios, qué es torear. El sevillano ofreció un compendio destacado de toreo fundamental cimentado en el natural y el pase de pecho. La espada se llevó los trofeos de un plumazo, pero sobre el ruedo quedaron las magnas obras. Con el tercero, hubo muletazos bellísimos de todos los colores en una faena inspirada toreando con suma prudencia. Acarició las embestidas del Garcigrande. Tenía las dos orejas cortadas… pero la espada se los arrebató. Dio una vuelta al ruedo con honores. La faena al sexto fue incluso mejor que la anterior, tras formar un alboroto ante un toro desrazado con las fuerzas justas donde destapó la torería y formó un lío paladeando cada uno de los muletazos. En la retina un par de tandas sobre ambas manos. De recuerdo. Estocada tras pinchazo. Cortó una asolerada oreja.

El cuento del toreo artista y del “arte no tiene miedo” que vende Morante de la Puebla no tiene parangón alguno y llega a tomar tintes cómicos tras infinitas tardes de petardo y, lo que es peor de nula capacidad. Y eso que el público viene predispuesto a adular al sevillano pero otra vez más sus actuaciones rozan el esperpento. Si con la corrida de Juan Pedro Domecq mostró dos versiones, en su última comparecencia en el abono arreció el Morante que cortocircuita. Sin ideas, y ofreciendo una imagen paupérrima. Ante el cuarto, un toro noble con movilidad afeó la faena abreviando en medio de las protestas. Era incomprensible. Aunque lo que es lamentable es la imagen de Morante. Con el primero, tampoco se dio coba ante un inválido muerto en vida. El aficionado se pregunta: ¿Hasta cuando Morante, hasta cuando?.

Sábado 22 de mayo de 2021. Palacio de Vistalegre (Madrid) - tres cuartos de plaza con el aforo permitido. Feria de San Isidro. Décima de abono. Corrida de toros de Garcigrande - correctos de presentación. Los mejores tercero, quinto y sexto - (desrazado e inválido el primero, deslucido y de poco juego el segundo, noble con movilidad el tercero, noble a menos el cuarto, excepcional el quinto y con calidad pero de escasa fuerza el sexto) para José Antonio “Morante de la Puebla” de carmín y azabache (silencio y pitos), Julián López “El Juli” de nazareno y oro (silencio y dos orejas) y Juan Ortega de verde oliva y oro (vuelta al ruedo y oreja). Al finalizar el paseíllo, sonaron los acordes del himno nacional. Andrés Revuelta fue ovacionado tras parear al tercero.

Diego Urdiales le pega un repaso a Roca Rey. Por Alberto Bautista. La tarde estaba preparada para celebrar los faustos del torero de moda, Roca Rey. Otra vez la plaza hasta la bandera para el enésimo cartel de clavel. Y en esto que emergió Diego Urdiales para explicar a los presentes que es torear. La pureza del capote meciendo las telas a cámara lenta, la suavidad de una muleta que contó con arrebujados pases de pecho, doblones por bajo y destellos de su toreo caro pusieron en ebullición al Palacio de Vistalegre con dos soberbias estocadas que con el público del gin tonic dio muestras sobradas de eso que se tiene o no se tiene: la torería. Si con el primero se hizo presente su arrebata personalidad y su arraigada personalidad en el toreo a la verónica que no llegó a tener continuidad porque el de Victoriano se vino muy a menos, en el cuarto dio otra lección de firmeza y clasicismo en una actuación de infinita transmisión sobre el pitón el derecho - con un sabor clásico y añejo que puso a todos de acuerdo. El palco decidió a las bravas otorgar un solo apéndice cuando por menos en esta feria, se han cortado las dos orejas.

Lo demás, fue un quiero y no puedo. Manzanares tragó quina con el incierto segundo ante el que no estuvo acertado con la tizona. E inédito quedó ante el inválido quinto en una faena intermitente con un toro tullido. El palco nos privó del sobrero. Saludó una ovación tras una estimable estocada.

En su última comparecencia en el remedo de San Isidro, con el público en el bolsillo y la expectación que siempre trae el peruano Roca Rey, en esta ocasión ofreció una pobre versión. Se empecinó en dos faenas tediosas midiendo mal los tiempos y arreciando los avisos. Con el tercero que brindó al nobel Vargas Llosa, se empeñó en meterse entre los pitones ante un toro de Cortés muy deslucido. El sexto no terminó de romper en una faena que se las prometía con un inicio de rodillas, pero el incierto comportamiento y la faena de altibajos del peruano no llegó a seducir. Roca Rey puede dar mucho más de sí.

Viernes 21 de mayo de 2021. Palacio de Vistalegre (Madrid) - lleno en los tendidos con el aforo permitido. Feria de San Isidro. Novena de abono. Corrida de toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés (3º) - correctos de presentación pero desiguales de hechuras - (noble a menos el primero, incierto el segundo, soso y deslucido el tercero, con transmisión el cuarto, inválido el quinto y deslucido el sexto) para Diego Urdiales de grosella y azabache (ovación con saludos tras aviso y oreja con petición de la segunda), José María Manzanares de azul marino y oro (ovación con saludos tras aviso y ovación con saludos) y Andrés Roca Rey de coral y oro (ovación con saludos tras dos avisos y ovación con saludos tras aviso). Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Francisco Brines, Premio Cervantes 2020. José Chacón se desmonteró tras parear al sexto.

Importante oreja de Ureña en una faena al natural. Por Alberto Bautista. Paco Ureña se reencontró con la afición de Madrid, su concepto volvió a calar a golpe de natural. Incontestable fue su triunfo con su estilo inconfundible de pureza aunque con la planta despatarrada conjugando la despaciosidad y paladeando los muletazos del segundo, un enclasado toro de Olga Jiménez. La estocada caída restó méritos para que paseara el doble apéndice. Cortó una oreja de ley. Salió a por todas en el quinto - otro toro de Matilla con clase y recorrido como signos distintivos. El murciano sacó la toga y el birrete y volvió a hacer el toreo de mana baja y cadencioso con una tanda de naturales para el recuerdo. Saludó una ovación. La corrida de Matilla seria y un punto por encima de la categoría de la plaza tuvo clase pero le faltó fuerza.

En su única comparecencia en el abono, Miguel Ángel Perera cortó una oreja tras cuajar al que abrió el festejo que tuvo movilidad y fue ovacionando al arrastre. Anduvo sobrado con el cuarto, al que no terminó de rubricar una faena que incomprensiblemente no fue premiada por el palco tras torear de forma reposada sobre ambos pitones.

Regresó Daniel Luque por la vía de la sustitución dejada por el convaleciente Emilio de Justo tras su incontestable triunfo del martes… aunque en nada se pareció la tarde de Fuente Ymbro a la de hoy, tras toparse con el lote más deslucido del encierro salmantino. El tercero careció de fuerzas aunque se entretuvo en correrle la mano y con el sexto, abrevió frente a un toro manso y huidizo que se terminó de rajar en los albores de faena.

Jueves 20 de mayo de 2021. Palacio de Vistalegre (Madrid) - menos de media plaza con el aforo permitido. Feria de San Isidro. Octava de abono. Corrida de toros de Hermanos García Jiménez (1º, 4º, 5º y 6º) y Olga Jiménez (2º y 3º) - serios y astifinos, los mejores los dos primeros - (con movilidad el primero, enclasado el segundo, desrazado el tercero, bueno con movilidad el cuarto, el quinto y manso el sexto) para Miguel Ángel Perera de malva y oro (oreja y ovación con saludos tras aviso), Paco Ureña de maquillaje y oro (oreja con fuerte petición de la segunda y ovación con saludos) y Daniel Luque de azul marino y oro (ovación con saludos y silencio) - que sustituyó a Emilio de Justo y éste a su vez a Antonio Ferrera. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Teodoro Matilla, posteriormente sonaron los acordes del himno nacional. Curro Javier saludó tras parear al primero y Javier Ambel en el cuarto. ΦFotografía de Guillermo Navarro/ABC: Paco Ureña, en el cierre de faena al buen 'Caramelo'

Roca Rey se lleva un accidentado mano a mano. Por Por Alberto Bautista. Hoy sí. Hoy hubo un entradón en Vistalegre y Roca Rey se llevó de calle el agarrón. El peruano con la expectación a cuestas reventó Vistalegre con su gen arrollador en una tarde que quedó empañada por las gravísimas cogidas a su subalterno Juan Jose Domínguez cuando se disponía a clavar un par de banderillas al primero de Vegahermosa y, a Pablo Aguado al matar al sexto.

El peruano tiró de épica y se inventó una faena al marrajo que había herido al banderillero y lo toreó acompasado en una actuación aplastante, antes había estado cumbre con el capote al que toreó por gaoneras muy ajustadas. Lo mató por arriba pero la petición no fue atendida por la Presidencia. Lo mejor estaba llegar. El toro de Garcigrande tuvo enfrente al Cóndor del Perú que volvió a paladear cada embestida a golpe de muletazo. En la corta distancia. Combinó riesgo y quietud y Vistalegre rugió. Abrochó por unas arriesgadas manoletinas y lo descerrajó de una gran estocada. Dos orejas de ley. El quinto un Cuvillo deslucido, impidió adornarse al torero más taquillero del momento. El viernes segundo asalto al Palacio de Vistalegre con la corrida de Victoriano del Río.

Pablo Aguado no tuvo su tarde. Un lote abrupto y deslucido, en el que tan solo se recuerda esa escultura que esculpió a la verónica con el toro de Garcigrande y la manera de andar por la plaza. Lo lanceó muy despacio y formó un auténtico alboroto. El público expectante… pero se empeñó en la corta distancia y no hubo atisbo alguno. El segundo de Jandilla se rajó pronto y dio el sainete con los aceros. Para colmo, el sexto le cogió de muy fea manera al entrar a matar en el tercio medio del muslo derecho.

Miércoles 19 de mayo de 2021. Palacio de Vistalegre (Madrid) - casi lleno con el aforo permitido. Feria de San Isidro. Séptima de abono. Toros de distintas ganaderías Vegahermosa (1º), Jandilla (2º), Garcigrande (3º y 4º) y Núñez del Cuvillo (5º y 6º) - a menos los de Jandilla, con fondo los de Garcigrande y deslucidos los de Núñez del Cuvillo - (complicado el primero, rajado el segundo, con calidad el tercero, noble el cuarto, deslucido el quinto y desrazado el sexto) mano a mano para Andrés Roca Rey de blanco y oro (ovación con saludos tras aviso, dos orejas tras aviso y silencio) y Pablo Aguado de catafalco y oro (silencio tras dos avisos, ovación con saludos y silencio). Actuó como sobresaliente Enrique Martínez “Chapurra”. Al finalizar el paseíllo un grupo de alumnos de escuelas taurinas salieron con una pancarta entre una unánime ovación: “Tenemos un sueño, ser toreros como Roca Rey y Pablo Aguado”. Antes sonaron los acordes del himno nacional. Diego Ramón García y Pascual Mellinas saludaron tras parear al cuarto. José Chacón hizo lo propio en el quinto. Parte médico de Juan José Domínguez: “Durante el desarrollo del festejo y en el primer toro ha sido atendido el banderillero Juan Jose Domínguez Ferrer de 39 años de edad, que presenta una herida por asta de toro en hemitorax izquierdo en zona infraclavicular con agujero de entrada de unos 15 x 20 cm presenta cuatro trayectos: uno hacia arriba de unos 16 cm que llega a región supra clavicular, otro hacia afuera de unos 10 cm que llega a hueco axilar sin penetrar en él, otro hacia dentro de 20 cm que provoca fractura de tercera costilla con luxación condro-costal y otro hacia arriba y a dentro de 15 cm que alcanza espacio supraesternal. Graves lesiones musculares en pectoral mayor. Bajo anestesia general se interviene quirúrgicamente se traslada al hospital de Nuestra Señora del Rosario. Pronostico muy grave. Dr. Enrique Crespo Rubio“. ΦFotografía de De San Bernardo/ABC: cogida de Juan José Domínguez

El enésimo triunfo de Daniel Luque. Por Alberto Bautista. El público sigue sin llegar a Vistalegre. Ese San Isidro alternativo que ha montado la Casa Matilla sin publicidad, ni categoría, ni clase. Un quiero y no puedo. Ni con las figuras se reflejó una entrada estimable, no iba a ser menos en otro de los carteles de relleno de la feria. La imagen de la tauromaquia en entredicho una vez más. Buenos carteles, precios abusivos. A favor del empresario, cabe decir la presentación de todas las corridas lidiadas hasta la fecha. La de Fuente Ymbro seria y me atrevería a decir que un punto por encima de la categoría de la plaza. De segunda, de barrio. No así de juego, descastado y deslucido. Será cuestión del pienso… habrá que preguntarle al ganadero.

Aún con el susto en el cuerpo tras la terrible cogida del novillero Manuel Perera, el Fino nos recordó lo mal que anda la tauromaquia cuando con tres décadas de alternativa a sus espaldas aún sigue copando puestos sin mérito alguno y lo que es peor: sin capacidad. Sorteó un inválido en primer turno que se entretuvo en correrle la mano en mitad del sesteo generalizado. Con el cuarto, abrevió. No quiso ni verlo y pasó un quinario con la espada. De vergüenza.

El Fandi torero de la empresa, estuvo en su línea. Airoso en banderillas, un auténtico atleta. Sobrado de facultades, pero sin contenido alguno tras sortear un lote deslucido. En su primero estuvo por encima pero no llegó a apuntar nada. Mal con los aceros. Con el quinto estuvo a merced de un toro a contra estilo y deslucido. Hizo lo que pudo…

Daniel Luque volvió a poner la carne en el asador, y dio el enésimo golpe en la mesa. Una vez más. Cortó dos orejas que pudieron ser tres si llega a matar al tercero, pero ahí quedaron en la retina un par de tandas de naturales y de derechazos de suma despaciosidad. De lo mejor de la feria. Corrigió la peligrosidad de su oponente y sucumbió al de Fuente Ymbro. Más que trofeos lo de Luque no es flor de un día. Las sensaciones de serenidad delante de la cara de los toros, el ritmo pausado. Esa difícil facilidad de quien ve toros por todos sitios. El lote de Fuente Ymbro estuvo de su lado, corrigió los defectos de su primero al que toreó ligado con la mano baja y aprovechó la inercia del excelente pitón derecho del sexto al que desorejó. Daniel Luque es uno de los grandes nombres de la feria. El primer triunfador de San Isidro.

Martes 18 de mayo de 2021. Palacio de Vistalegre (Madrid) - apenas 1.000 personas en el aforo permitido. Feria de San Isidro. Sexta de abono. Corrida de toros de Fuente Ymbro - serios y bien presentados, pero desrazados, reservones y de poco juego a excepción de tercero y sexto - (inválido el primero, soso el segundo, manejable el tercero, deslucido el cuarto, desrazado el quinto y con transmisión y movilidad el sexto) para “Finito de Córdoba” de gris y azabache (silencio y pitos tras aviso), David Fandila “El Fandi” de nazareno y oro (silencio en ambos) y Daniel Luque de grosella y azabache (ovación tras aviso y dos orejas). Raul Caricol saludó tras parear al tercero.

Escandalosa novillada de El Freixo y gravísima cogida a Manuel Perera . Por Alberto Bautista. Drama y gloria en la novillada del San Isidro de Vistalegre y, ¡qué novillada! porque los nombres de “Travieso”, “notificado”, “Rebujino”, “Comprendido”, “Encapuchado” y “Nítido” permanecerán en la retina de los aficionados durante mucho tiempo. La novillada de El Freixo tuvo casta y movilidad a raudales… pero sobre todo fue una novillada de garantías para una terna llamada a propiciar grandes tardes como la vivida en el coso de Carabanchel. Tardes de las que hacen afición tras un inicio de feria titubeante y pocos recuerdos grabados en la retina. La novillada de El Juli es una de las grandes triunfadoras del serial madrileño. Eso sí, el público sigue sin llegar al Palacio de Vistalegre - y es que apenas un millar de personas se dieron citar para presenciar la novillada.

La gloria - amén del magnifico encierro, llevó la firma de Tomás Rufo que se consagró a las puertas de Madrid. Su Madrid, porque el de Pepino ya es torero de Madrid. Su planta firme y relajada y su estilo lento y vertical le consagraron como el novillero del momento… a las puertas de la tan ansiada alternativa. Cortó tres orejas, en una tarde encomiable. Desorejó al quinto - “Encapuchado” el mejor ejemplar de la novillada por su casta, bravura y movilidad, fue un novillo con una calidad pasmosa. El toledano toreó muy relajado y sobre todo muy despacio, parando el tiempo en muchos instantes sobre todo en un par de tandas de una relajadas en una faena que brindó a Manuel Perera, que en esos momentos estaba siendo intervenido en la enfermería de la plaza. Por él fue.

A su primero le faltó montarse encima de un novillo que siempre fue a más. Sobrenatural fue el inicio de faena de mucha exposición continuando con una sobresaliente tanda de naturales ante un novillo enrazado en el que dejó patente su compromiso y rotundidad. Hay Rufo para rato. La afición aplaudió por las calles de Carabanchel la furgoneta del toledano. Torero de Madrid.

La desgracia vino de la mano de Manuel Perera que sufrió una terrorífica cornada en el vientre con evisceración de asas intestinales según reza el parte médico del Dr. Enrique Crespo. Otro ángel de la guarda más de los muchos que habitan en las enfermerías de las plazas de toros. Le salvó la vida de forma milagrosa porque la angustiosa cornada cayó como un jarro de agua fría en una plaza que enmudeció al presenciar su crudeza. Antes el novillero extremeño que toreaba su segunda novillada con caballos (debutó el año pasado en Olivenza) estuvo con un arrojo y valentía que siempre se echa en falta en el segundo escalafón, toreando muy de verdad y por bajo al excelente tercero al que incluso se atrevió a hilvanarle un par de series de rodillas sobre ambas manos. La decidida faena embarullada con el capote pero de largura en la muleta, muy en el aire del Juli con gestos del torero madrileño eclipsaron al Palacio de Vistalegre.

Por su parte Antonio Grande que sorteó tres novillos con menos clase que los anteriores, no brilló a la altura que sus compañeros de terna. Y eso que al primero que tuvo los argumentos de la movilidad y la clase, lo toreó con largura y por abajo. Le cortó una oreja. Fue silenciado con el cuarto, otro novillo de garantías con el que estuvo frío y carente de contenido, pero la noticia estaba en la enfermería mientras operaban a Manuel Perera. Con el sexto, anduvo pulcro y aseado, pero se pasó de faena y anduvo encimista ante el novillo más soso de la extraordinaria novillada de El Freixo. Faltó la ovación al mayoral. Bien la mereció.

Lunes 17 de mayo de 2021. Palacio de Vistalegre (Madrid) - menos de media plaza con el aforo permitido. Feria de San Isidro. Quinta de abono. Novillada con picadores de El Freixo - muy bien presentados y de excelente juego todo el encierro - (con clase y movilidad el primero, enrazado el segundo, con acometividad el tercero, de garantías el cuarto, bravo con casta el quinto y noble con transmisión el sexto) para Antonio Grande de coral y oro (oreja, silencio tras aviso y silencio tras aviso por el que lidió por Manuel Perera), Tomás Rufo de tabaco y oro (oreja con petición de la segunda y dos orejas) y Manuel Perera de caña y oro (oreja y herido). Lolo Zamorano y Fernando Sánchez saludaron tras parear al quinto. Parte médico de Manuel Perera: “Durante el desarrollo del festejo y en el tercer novillo ha sido atendido el novillero Manuel Perera Matos de 19 años de edad, que presenta una herida por cuerno de toro en fosa iliaca izquierda con un trayecto ascendente y hacia fuera de unos 30 cm que desgarra musculatura de pared abdominal; otro trayecto hacia arriba y adentro que penetra en cavidad peritoneal con evisceración de asas intestinales y arrancamiento de epiplón alcanzando una extensión de 40 cm. Bajo anestesia general se interviene quirúrgicamente. Se traslada al Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid. Pronóstico: Muy grave. Dr. Enrique Crespo Rubio”.

El Juli pincha dos faenas de triunfo en el día de San Isidro. Por Alberto Bautista. Corrida decepcionante de Alcurrucén la que arribó en el día del patrón al Palacio de Vistalegre. Encierro entipado y bien presentado con toros muy en el tipo del encaste Núñez como el enclasado primero pero de pocas opciones en líneas generales. Solo “El Juli” con el dominio que le caracteriza suplió a base de conocimiento frente a un lote de garantías. El fallo con los aceros restó méritos para al menos pasear tres orejas en el coso de Carabanchel. El dulce pitón izquierdo de “Tamboril” fue la clave en una faena de mando y tesón. La pulcritud inusitada del de Velilla en un quite por chicuelinas de mano baja dio rédito a un triunfo incontestable que se esfumó por culpa del acero. La presencia y la acometividad del cuarto fue incontestable. Otra actuación poderosa plena de técnica que no contó con el refrendo de la tizona.

José María Manzanares tiró de arrojo en una tarde en la que aguantó parones, desagravios y hasta una voltereta sin consecuencias en un sorteo del que salió esquivo. Fue el complicado segundo el que le volteó de fea manera. Disposición sin material. Un cañón con la espada. Estoconazo marca de la casa que bien pudo ser de premio pero sin petición mayoritaria. El quinto estuvo en el aire del segundo - topaba, se quedaba a mitad del muletazo y salió con la cara distraída. De nulas opciones. Le queda otro cartucho el próximo viernes 21 con la corrida de Victoriano del Río.

De puntillas pasó Paco Ureña que quedó inédito con el parado tercero en una faena que brindó a Miguel Abellán. En otro momento le hubiera valido el toro, pero en esta ocasión no gozó del acople necesario. Volvió a ser silenciado con el manso y desrazado que cerró la tarde, un ejemplar que barruntó las tablas desde los albores de faena. Nada de nada.

Sábado 15 de mayo de 2021. Palacio de Vistalegre (Madrid) - tres cuartos de plaza con el aforo permitido. Feria de San Isidro. Tercera de abono. Corrida de toros de Alcurrucén - muy en Núñez de juego manso y desclasado a excepción de primero y cuarto - (enclasado el primero, complejo el segundo, desclasado el tercero, con acometividad el cuarto, de nulas opciones el quinto y manso y desrazado el sexto) para Julián López “El Juli” de verde botella y oro (ovación con saludos en ambos), José María Manzanares de grosella y azabache (ovación con saludos en ambos) y Paco Ureña de tabaco y oro (ovación con saludos y silencio). Daniel Duarte saludó tras parear al segundo.

Un Morante de dos caras. Por Alberto Bautista. Héroe o villano, Morante de la Puebla se ha convertido en paradigma de deseo para aficionados deseos de ver al torero sevillano gozar tras dar un lance, dibujar un muletazo o destapar el tan ansiado frasco de la esencias con destellos de la clase que atesora. No pretendo descubrir tras más de dos décadas de alternativa al torero de La Puebla del Río, pero lo que transciende de su primera comparecencia en el San Isidro de Vistalegre goza de una bipolaridad pasmosa. De las asoleradas maneras y ese torero de sabor añejo tan característico en su tauromaquia que transcendió a los tendidos en el segundo se pasó al espectáculo decadente que ofreció en el sobrero de Daniel Ruíz. Dicen que el diferente, se hace rico o muere loco. Morante cortó una oreja tras gustarse en un excelso saludo capotero de mano baja combinando su actuación con muletazos de mentón hundido en el pecho y abrochando con unos jaleados ayudados por alto. Faena corta y precisa despachada de un estoconazo. Le pidieron la segunda. Del éxtasis en su primero se pasó a la hecatombe y posterior bronca en el quinto bis al que no quiso ni ver. Ni un muletazo pegó. Desinhibido de la lidia y alguno habrá que le echará la culpa al toro. Y estalló la bronca. Así son los genios…

Pablo Aguado es un torero tocado por la varita de los que quieren mandar. Sus formas, cites, manejo de las telas, la suavidad del capote le hacen ser acreedor de ese algo especial que sólo tienen algunos. Los chispazos y el aroma sevillano quedó patente en el tercero… pero debió aprovechar la buena condición del Juan Pedro donde lo más compacto fue el saludo a la verónica. Saludó una ovación. Se estrelló con el sexto, otro ejemplar de juego muy deslucido que no le dio ningún tipo de opción. El soberbio tercio de banderillas a cargo de Iván García y Pascual Mellinas puso en ebullición el Palacio de Vistalegre.

En su única comparecencia en San Isidro, Enrique Ponce francamente no dio la talla. Siendo realistas se estrelló con un lote a contra estilo de infumables opciones. Su primero (el mejor presentado del conjunto desrazado de Juan Pedro Domecq) se vino muy a menos mediada la faena. Se dio coba, tiró de pico (algún que otro se lo recriminó desde el tendido), y lo terminó ahogando. Por la estocada, saludó una ovación. En el cuarto, dejó pasajes sueltos entre el habitual mar de pases - sin ningún eco. El toro topaba y salía con la cara a media altura. Aburrió el valenciano.

La corrida de Juan Pedro Domecq por cierto, mala y decepcionante. Sólo se salvó de la quema segundo y tercero. Por no hablar de la pírrica entrada para un cartel de campanillas. Los precios de las entradas tienen gran parte de culpa.

Viernes 14 de mayo de 2021. Palacio de Vistalegre (Madrid) - media plaza con el aforo permitido. Feria de San Isidro. Segunda de abono. Corrida de toros de Juan Pedro Domecq (5 bis Daniel Ruíz) - desiguales de presentación y de pobre juego - (desfondado el primero, noble el segundo, con movilidad el tercero, apagado el cuarto, noble el quinto y sin opciones el sexto) para Enrique Ponce de coral y oro (silencio y silencio tras aviso), “Morante de la Puebla” de mostaza y oro (oreja con petición de la segunda y bronca) y Pablo Aguado de grana y oro (ovación con saludos tras aviso y silencio). Abraham Neiro “El Algabeño” saludó una ovación tras parear al cuarto e Iván García y Pascual Mellinas en el sexto. Al finalizar el paseíllo, sonaron los acordes el himno nacional.

Ginés Marín, también en Vistalegre. Por Alberto Bautista. Ya dio rienda suelta de su pasión desenfrenada en la reciente feria de Leganés que suponía el arranque de las ferias taurinas en la región y… en el inicio del San Isidro carabanchelero, Ginés Marín se consagró como lo que es: un diamante en bruto pulido. La rotunda actuación del sexto fue un oasis en medio de un desierto sin agua. La corrida de El Pilar, seria y con cuajo como ella sola. De Sevilla muchos de ellos (hechuras armónicas) y de Madrid - algunos otros ejemplares por su seriedad y pitones astifinos. Aquello no terminaba de carburar hasta que Ginés Marín se hizo el amo de la tarde con el sexto. Un humillador “Liebroto” que trajo el calor a un desangelado Palacio de Vistalegre en un comienzo gris de feria. La faena de alto voltaje tuvo su inicio con un vistoso saludo capotero donde combinó chicuelinas de mano baja con verónicas de muchos quilates. Se gustó toreando por el pitón derecho, el de mejor calidad, y enterró la espada de un soberbio estoconazo. Oreja de ley con petición de la segunda. La tenue labor - de más a menos en su primero no llegó a avivar la llamada de la esperanza, máxime cuando Agustín navarro se cargó al toro en el caballo. Portentoso fue el saludo de capa en un conjunto deslucido con la muleta. Antes le brindó el toro a un Álvaro Lorenzo que también tocó pelo… pero en una dimensión antagónica. Odiosas comparaciones.

López Simón dio la cara en una tarde de mucha voluntad siendo volteado en sus dos toros. Sobre todo no se amilanó con el peligroso cuarto que le volteó feamente cuando estaba toreando muy encajado con la diestra. El subalterno Jesús Fernández también sufrió en banderillas una angustiosa cogida. Muy valiente estuvo frente al que abrió plaza, ante el que se emborrachó de toreo caro ante el único (junto al sexto) salvable del encierro salmantino con clase y movilidad. Cimentó la faena en el pitón derecho. La tarde de López Simón fue de infinita disposición… pero debe afinar el uso de los aceros. Por su actitud saludó dos ovaciones… aunque necesita mejorar.

La primera oreja de San Isidro fue a parar a manos de Álvaro Lorenzo que paseó entre algunas protestas un trofeo barato tras encargarse de correrle la mano al quinto en un pobre pasaje. Dio muchos muletazos y no dijo ni pío. El epílogo de la espada cautivó al respetable. Fue silenciado tras sonar un aviso ante el segundo, un toro distraído y de deslucido viaje con de escaso eco.

Y esto fue lo que dio de sí el inicio de la feria de San Isidro de Vistalegre en un comienzo gris con apenas un millar de espectadores y con demasiada butaca vacía. El regreso de los toros a la Comunidad de Madrid es de ley, aunque los espectadores recuerdan que el verdadero San Isidro es el de Las Ventas aunque lo importante es dar toros, aunque sea en Vistalegre. A falta de pan, buenas son tortas…

Jueves 13 de mayo de 2021. Palacio de Vistalegre (Madrid) - menos de media plaza en el aforo permitido. Feria de San Isidro. Primera de abono. Corrida de toros de El Pilar - excelentes de presentación, serios, astifinos con cuajo pero de juego deslucido a excepción de primero y sexto - (con movilidad el primero, deslucido el segundo, de más a menos el tercero, peligroso el cuarto, de corto viaje el quinto y encastado el sexto) para Alberto López Simón de azul marino y oro (ovación con saludos en ambos), Álvaro Lorenzo de azul marino y oro (silencio tras aviso y oreja tras aviso) y Ginés Marín de buganvilla y oro (silencio tras aviso y oreja tras aviso). Mauricio Rodríguez “Mambrú” saludó una ovación tras parear al primero y Jesús Fernández, al cuarto. Tras finalizar el paseíllo, sonaron los acordes del Himno Nacional.

*Toros en Vistalegre. Otras temporadas

*Plaza de Vistalegre. Datos sobre el coso

vistalegre._temporada_2021.txt · Última modificación: 2021/05/24 14:39 por paco