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09_mayo_22_madrid

PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS

Feria de Isidro

Lunes, 9 de mayo 2022

Corrida de novillos

Ficha técnica del festejo

Ganadería: Novillos de Los Maños (excelentes de presentación, buenos, encastados y de gran opciones - (bravo y encastado el primero, con movilidad el segundo, noble con duración el tercero, con calidad el cuarto, con clase el quinto y desfondado el sexto).

Diestros:

Carlos Domínguez: de azul marino y oro (silencio tras aviso y silencio).

Arturo Gilio: de purísima y oro (ovación con saludos tras aviso tras petición y herido).

Guillermo García: Guillermo García de blanco y plata (silencio en ambos).

Banderilleros que saludaron:

Incidencias: el diestro Arturo Gilio resultó herido. Parte médico: “Herida por asta de toro, con orificio de entrada en cara posterior interna 1/3 inferior de pierna izquierda, con una trayectoria de 25 cm produce destrozos en tejido celular subcutáneo y presenta orificio de salida en cara posterior de dicha pierna. Tras ser intervenido en la enfermería bajo anestesia general, es trasladado a la clínica de la Fraternidad. Pronóstico grave”.

Presidente:

Tiempo: tarde veraniega.

Entrada: más de media plaza (14.270 espectadores).

Crónicas de la prensa

Por Alberto Bautista. PortalTaurino. Novillada de triunfo de Los Maños y grave cornada a Arturo Gilio

La familia Marcuello lidió una excelente novillada rebosante de casta, bravura e infinita humillación amén de la excelente presentación que sin ser aparatosa dejó hasta cinco novillos con al menos una oreja en el desolladero. La terna novilleril que se presentaba en la primera plaza del mundo no se sobrepuso a las virtudes del encierro aragonés: los dos primeros fueron para encumbrarse en Madrid, pero el quinto que cogió de feas maneras a Arturo Gilio tampoco se quedó atrás. Ni la bravura en el primer tercio del sexto, ni la acometividad del cuarto. ¿Qué quieren para torear?, donde hubo pocos quites y los novillos estuvieron por encima de una terna poco experimentada a excepción del herido Arturo Gilio.

Y es que esperábamos más de Carlos Domínguez que ya dejó muestras de su compromiso en Olivenza, aunque claro las comparaciones con Las Ventas son odiosas y se dejó ir al abre plaza, un encastado novillo que si bien fue algo desordenado en el caballo tuvo embestidas de bravo y repetición en la muleta. El extremeño estuvo a merced y mal con los aceros. No lo arregló en su segundo, otro novillo con plaza y remate en una faena anodina donde no encontró ni el acople ni ajuste necesario para un utrero que pidió mando. Una pena.

Arturo Gilio fue de largo el más dispuesto de la terna y desgraciadamente cobró una dolorosa y grave cornada en el gemelo derecho de 25 cm durante su actuación al quinto, otro bravo y encastado de Los Maños al que realizó una faena de poder e inteligencia con tandas por ambas manos en una actuación de alto voltaje que contó con el refrendo en los tendidos en una tarde de frialdad de público no así en lo climatológico. Se confío y fue cogido antes de la suerte suprema y fue llevado en volandas a la enfermería. El parte médico es sencillamente: desgarrador.

En el segundo hubo petición, enfrente tuvo otro ejemplar de alta nota con calidad y de notable acometividad en sus embestidas. Tiró líneas pero se le vio dispuesto y con ganas de agradar con capote y muleta. Gaoneras de inicio y toreo en redondo de más ajuste que de calidad. Disposición y firmeza, que no deben caer en saco roto.

Por su parte, el alumno de la Escuela de Madrid, Guillermo García Pulido escuchó silencio en sus dos turnos: no pasó de banderazos y de escaso temple en el tercero frente a un novillo que pareció peor de lo que fue y no pudo redimirse ante el sexto, a la postre el más deslucido del festejo. 5 de 6 en una novillada que encumbró a Los Maños en Madrid. ¡Felicidades a la familia Marcuello!

Por Andrés Amorós. ABC. Cornada a Arturo Gilio en una encastada novillada de Los Maños

El segundo festejo de San Isidro es la primera de las tres novilladas. Las grandes Ferias deben incluir festejos menores. Un aliciente son las reses de Los Maños, de encaste Santa Coloma, que triunfaron rotundamente en el desafío ganadero del día 24, con un toro, Matón, merecedor de vuelta al ruedo. Estos novillos, cárdenos, muy encastados, repiten, dan espectáculo pero son un trago para jóvenes que han toreado poco.

El extremeño Carlos Domínguez brilló y sufrió una lesión este año, en Olivenza. En el primero, de juego excelente, logra algunos muletazos pero no redondea la larga faena. En el cuarto, menos claro, trastea voluntarioso pero se le atranca el descabello.

El mexicano Arturo Gilio, hijo del matador y ganadero del mismo nombre, se ha formado en Sevilla.

Este año, ha triunfado ya en la Plaza México. En el segundo, que repite incansable, con emoción, se muestra firme, capaz y variado, pero no logra mucho eco. Mata con decisión: petición escasa. El quinto, que flojea un poco, embiste con clase, la gente entra más en la larga faena. Al final, sufre una cornada en el gemelo, se ve claramente la sangre en la pantorrilla. Lo mata bien Domínguez.

El toledano Guillermo García Pulido, alumno de la Escuela Taurina Yiyo, participó en el importante festival del 2 de mayo, cuando volvieron los toros a Madrid. En el tercero, algo soso, muestra a veces su sentido del temple y mata bajo. El último, bravo en varas, derriba pero flaquea. El novillero apunta su buen estilo pero el trasteo es desigual, no cuaja, y no mata bien.

El percance de Arturo Gilio ha empañado la alegría de haber visto una excelente novillada de Los Maños, que pedía novilleros con más experiencia. El público, frío con los jóvenes: es la exigencia propia de esta plaza. Mi apaplauso fuerte al ganadero aragonés.

Por Rodrigo Carrasco. La Razón. Madrid y Arturo Gilio, a la altura de una brillante novillada de Los Maños

Se presentaban tres novilleros en Las Ventas, ante el desconocimiento del abonado general. Pero aun así los tendidos volvieron a responder. La pandemia ha forzado una brusca renovación de todos los escalafones, provocando en San Isidro una lluvia de presentaciones y confirmaciones de alternativa.

El primero de Los Maños le correspondía a Carlos Domínguez, un novillo con muchas condiciones. Repetía y humillaba, aunque acostándose por dentro. Carlos exprimió al animal por el derecho sin dejarse llevar, aunque le faltó temple al natural. Al novillo le acabó faltando fondo, pero dejó largas embestidas en redondo. Fue aplaudido en el arrastre, después de que Carlos pinchara en el primer intento.

El mexicano Arturo Gilio ya mostró sus intenciones en un quite por gaoneras al primero, que luego repetiría en su turno. Durante éste, el de Durango se enfrentó a un novillo con auténtica cara de novillo y de menos de 500 kilos, casi una especie en extinción en Madrid. El animal tuvo chispa, aunque no regaló nada en banderillas, donde Fernando Sánchez estuvo más sobrio de lo que acostumbra. Así, todo el protagonismo fue a parar al novillero, que se gustó en las primeras tandas pero luego tendría que fajarse. El animal de Los Maños no regalaría nada a partir de mitad de faena y el mexicano decidió ceñírselo al milímetro para provocar su embestida. Un pase por la espalda de infarto.

La tarde se fue apagando desde el tercero, aunque los novillos seguían respondiendo. Pero García Pulido no mostró tantas tablas con un oponente que no presumía de tanta movilidad. No pudo estar por encima en ningún tramo de la faena y acabó dejando una estocada caída. Tampoco remontaría la tarde Domínguez en su segundo turno, con un astado que exhibió menos condiciones que el primero, pero al que tampoco le sacó nada. Se ayudó del descabello para pasaportarlo. Los subalternos comenzaban a ser los mayores incentivos de una tarde en los que los toros apenas perdieron las manos ni se pararon, dando juego.

Gilio vio en el quinto el momento oportuno para recibir con la muleta de rodillas al de Los Maños. Al mexicano se le vio muy hecho en el día de su presentación, aunque en la temporada anterior solo hubiese acumulado tres paseíllos. El novillo hacía rectificar y ganar espacio al espada pero sin transmitir altas dosis de peligro, hasta que en un imprevisto le corneó en la pierna. La evidente cojera no le permitió continuar y Carlos Domínguez se ocupó con profesionalidad del astado, que fue ovacionado durante el arrastre.

García Pulido echó el resto en el último, mostrándose sí esta vez por encima de un oponente al que le tuvo que robar cada pase. Así se lo reconocía Madrid, animándole en el esfuerzo. Pero el animal tardaría en rodar y la faena perdió la intensidad que había alcanzado en algunos tramos. Los Maños, por su parte, dieron una importante exhibición de lo que deben ser las novilladas en las plazas de primera, exigencia pero garantizando siempre juego y sin exceder la exuberancia en la presentación. Tarde importante.

09_mayo_22_madrid.txt · Última modificación: 2022/05/10 09:20 por Editor