Albacete 1890-Madrid 1948
Escritor de gran altura intelectual, fue durante treinta años uno de los críticos más acreditados. Consideraba a Mariano de Cavia su maestro. Publicó sus crónicas, de alto tono cultural (“una constante reflexión teórica más allá del marco informativo”), en Prensa Gráfica, El Imparcial y La Voz (relevando a Maximiliano Clavo). Tras la Guerra Civil entró en la redacción del diario Madrid. Publicó el libro ”Ignacio Sánchez Mejías, el torero y el hombre”, y más tarde, en 1936, “Tauromaquia moderna”. Solía ocultar su primer apellido.