Real Escuela Taurina de Sevilla. Por orden de Fernando VII, el Conde de la Estrella abre expediente para la fundación de la primera escuela taurina de la historia el 11 de abril de 1830, y se publica el Real Decreto de su creación el 28 de mayo de ese año. “Es menester que los muchachos aprendan el oficio bien, para evitar las muchas desgracias que hay en las plazas”. Y se establece en el matadero de San Bernardo, que ya contaba con una larga tradición taurina (de allí habían salido grandes toreros como
Costillares o
Pepe-Hillo. La entidad se inaugura el 3 de enero de 1831 y tuvo una existencia muy breve ya que desapareció al fallecimiento del Rey, en septiembre de 1833. La escuela se financió mediante una gabela que debían aportar las capitales de provincia y ciudades donde hubiese maestranza de caballería. Fue su primer maestro el famoso espada rondeño
Pedro Romero. Y aunque en principio iba a ser director
Jerónimo José Cándido, se propuso a sí mismo el maestro de Ronda así que el de Chiclana quedó como maestro ayudante. En la Real Escuela Taurina de Sevilla se formaron muchos y grandes toreros, como
Cúchares,
Paquiro,
Barbero,
Yust o
Desperdicios.