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PLAZA DE TOROS DE CHINCHÓN
Esta Plaza Mayor data del siglo XVI, en ella se presentaron autos sacramentales y se jugaron toros. Las fiestas de 1738 se dedicaron en honor del infante don Felipe, conde de Chinchón. Este hecho se convirtió en una tradición que ha pervivido a lo largo de los siglos, hasta hoy.
En 1863, el famoso matador Frascuelo toreó una tarde, sufriendo una grave cornada, cuando se repuso del trance, en agradecimiento a los cuidados por las atenciones recibidas en el pueblo de Chinchón, organizó una corrida benéfica, costeada íntegramente por él.
En el festival taurino que suele ser a beneficio del Asilo de San José, solía torear Frascuelo y años más tarde Marcial Lalanda. Cuando en agosto de 1874 se comenzó a derribar la Plaza de la Puerta de Alcalá aquella barrera fue adquirida por Frascuelo para regalarla a Chinchón y utilizarla como tal en la Plaza Mayor
La forma prácticamente circular de la planta nos indica la naturalidad en el modo de hacerse la arquitectura popular y se manifiesta la tendencia de la plaza del pueblo por adecuarse a sus fiestas taurinas. Un ruedo de arena en el centro, regularizado horizontalmente con desmonte en su lado oeste y relleno en el opuesto, se cierra con unas gradas de piedra y con una barandilla metálica para independizarse de la calle perimetral que, en su otro lado, está franqueada por unos soportales con columnas de piedra. Las casas de tres plantas, porticadas en su planta baja, disponen en sus pisos superiores de balcones, muchos de ellos corridos, para dotar de mayor aforo a la plaza en sus fiestas y actos públicos.
El ayuntamiento o casa consistorial se adelanta y antepone a la iglesia parroquial y de un modo exente se le hace presidir el coso, que en cierto modo queda liberado de la plaza. Esta situación del ayuntamiento, que cierra en uno de los frentes el espacio público, genera otra placita más pequeña detrás, que se relaciona ya más directamente con la iglesia. Carros, talanqueras y andamios sobre la vía perimetral delimitarán el ruedo en las fiestas y el soportal tras ellos facilitará, tanto el recoger los toriles y corrales a través de las calles que desembocan el la plaza, como el proporcionar cómodos accesos.
El suelo empedrado de la calle perimetral, la barandilla metálica apilastrada y la regularización constructiva de los balcones y demás elementos del caserío, nos hacen pensar existió en 1885 una cierta actuación urbanística, probablemente cuando se hace el edificio municipal. Y sea ésta la que le proporcione su actual tratamiento con elementos específicos que separan la calle del ruedo y que con la nueva edificación cierre el frente de la plaza.
Toros en Chinchón.
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