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REAL MAESTRANZA DE SEVILLA

Tarde del viernes, 17 de abril de 2009

Corrida de novillos

FICHA TÉCNICA DEL FESTEJO

Ganadería: Toros de Cuadri (magníficamente presentados. Desarrollaron complicaciones, algunos mansos y justos de raza. El mejor el 1º. El 5º fue devuelto por problemas de visión y saltó al ruedo un sobrero del hierro titular).

Diestros:

Pepe Moral De blanco y oro. Estocada trasera (vuelta alruedo); Estocada (silencio).

Miguel Ángel Delgado. De verde manzana y oro con remates negros. Pinchazo, estocada en su sitio (saludos desde el tercio); tres pinchazos, aviso, meteysaca, dos descabellos (silencio).

Miguel Tendero. De grana y oro. Pinchazo que escupe, pinchazo, pinchazo hondo (silencio); dos pinchazos, estocada casi entera (silencio).

Saludó: Francisco Raúl Núñez, de la cuadrilla de Miguel Ángel Delgado, en el 5º-bis.

Incidencias: el 5º fue devuelto por problemas de visión.

Presidente: Gabriel Fernández Rey.

Tiempo: Nublado y chispeando.

Entrada: Más de tres cuartos.

Crónicas de la prensa: El Mundo, Diario de Sevilla, ABC, JA del Moral.

®Díaz Japón/ABC

Lo mejor, lo peor

Por Carlos Javier Trejo.

Pepe Moral realizó lo más positivo de la tarde. Sorteó un primer novillo bravo y encastado con el que había que estar muy firme para dominarlo. El diestro de Los Palacios hizo arrancar la música para acompañar un par de tandas por el pitón derecho que destacaron sobre el resto. En conjunto realizó una labor a la que faltó ligazón y continuidad para meter en la canasta al respetable. Mató de estocada y tras una petición minoritaria dio la primera vuelta al ruedo del serial, que le vendrá bien de cara a su próxima alternativa el día del Corpus. Miguel Ángel Delgado dejó constancia del valor y la calidad que atesora. A las puertas de su alternativa, ilusionó en el inicio del faena del 5º con su quietud pero pronto el novillo se rajó y acortó embestidas. Nos quedamos con las ganas de disfrutar de este ecijano al que le auguramos un futuro prometedor.

Lo peor, el tiempo desapacible que reinó en la Maestranza, la lluvia se hizo presente al termino de la lidia del 4º novillo, aunque no de manera copiosa. A pesar de la ilusión que despertó el 1º, la novillada fue perdiendo fuelle, y se sucedieron astados justos de fuerza, y no digamos de raza, o mansos, como el 5º. Miguel Tendero pasó de puntillas en su comparecencia sevillana. El 1º de su lote no le dio opciones, muy parado, pero en el 6º, aunque dejó detalles de calidad, no terminó de confiarse y se sucedían las tandas excesivamente cortas. Por poner un pero a la actuación de Delgado tenemos que sacar a relucir el sentido de la medida, que no tuvo el ecijano al prolongar sus faenas, más descaradamente la del 5º en medio de las protestas del respetable.


El Mundo

Por Carlos Crivell. La mala lidia acaba con los de Cuadri

La novillada de Cuadri era uno de los atractivos del primer festejo de la Feria. No es que fuera una novillada maravillosa, pero el aficionado pudo disfrutar de tres novillos. Otra vez la mala lidia fue decisiva para que los de Cuadri no pudieran lucir sus condiciones. Es mala lidia administrar puyazos bajos y traseros, dar capotazos destemplados y no torear en los terrenos más adecuados para las condiciones de cada astado. Fue un encierro con mala suerte.

Lo mejor del encierro fue la presentación. No se pueden reunir en un lote seis astados más parejos y rematados que los que Fernando Cuadri eligió para esta novillada en la Maestranza. Eran veintiocho años sin lidiar erales en la plaza sevillana y, al menos, la parte que corresponde al criador de la presencia fue superada con creces. Lo de la mala suerte es porque algunas reses se desgraciaron en trances desafortunados que mermaron sus condiciones, aunque también es verdad que faltó raza en algunos e incluso apareció la mansedumbre en otros.

El primero fue bueno y se dejó torear, aunque en este caso hay que darle a Pepe Moral todo el mérito. Su faena fue excesivamente larga, pero logró tandas muy templadas en las que el de Cuadri se afianzó y metió bien la cara. Su labor fue larga y en esta ocasión permitió que el novillo se viniera arriba para acabar con más recorrido. Bajó la mano y dominó las arrancadas para crear un clima de posible trofeo. Una estocada muy trasera acabó lo dejó todo en una vuelta.

El cuarto fue distinto. Revoloteó por los aires el animal en una tremenda costalada y quedó muy mermado. De la brusquedad del comienzo pasó al paro más absoluto. Moral se lució en pases de pecho espléndidos en ambos toros. Demostró solvencia, aunque su estilo es de dominio sin muchas gotas de arte.

El astigitano Miguel Ángel Delgado dejó los mejores momentos de la tarde. También fue un buen novillo el segundo, tal vez debió aprovecharlo mejor con más distancia en los cites, lo cierto es que Delgado intentó templar con gusto y fue arrollado varias veces. Valiente sin desmayo, muy seguro, el de Écija lo entregó todo en busca del éxito. También alargó su labor en su afán de triunfo, pero se valoró su entrega.

El comienzo de la faena al sobrero quinto fue lo mejor de la novillada. Los pases a media altura, la trincherilla y el de pecho resultaron primorosos. Fue un derroche de gracia y buen gusto todo lo que mostró el astigitano en este principio de su labor con el sobrero. En el ambiente se masticaba que podía haber faena grande. Ese novillo fue manso y nada fácil. La voluntad de Delgado sólo sirvió para volver a sufrir algunos tropezones. Con la espada no anduvo muy sobrado. Su pabellón queda en alto. Tal vez debió sacar al de Cuadri al centro para quitarle las querencias. Delgado, matador de toros en mayo, no tuvo suerte en su despedida sevillana del escalafón.

El albaceteño Miguel Tendero vio como el tercero moría en un mal tercio de varas. Los puyazos bajos en la paletilla son mortíferos. El novillo dejó un rastro de sangre por la plaza y apenas tuvo movilidad. Quedó aplomado y poco pudo hacer por sacar algún pase suelto este buen novillero manchego.

Cuidó más al sexto en el caballo, casi se quedó sin picar, y realizó una meritoria labor casi toda con la mano izquierda llena de altibajos. Lo mejor fue su buen estilo muletero en una faena que desarrolló casi toda ella con la zurda, el pitón de más calidad del cuajado novillo, que exhibió bastante nobleza. Embistió bien el animal y buenos fueron algunos naturales. Exprimió todas las embestidas del de Cuadri, pero le faltó ligazón a su labor.

Con la lluvia como mal invitado, más de dos horas y media en la plaza, la realidad es que los novilleros demostraron buena actitud, pero la de Cuadri se lidió mal y lo pagaron los jóvenes aspirantes.

La plaza se mostró receptiva a la voluntad de la terna, fue una de esas jornadas de la Maestranza con todo el rigor en su sitio y sólo la petición de oreja para Moral en el primero fue una pequeña salida de tono sin trascendencia.


Diario de Sevilla

Por Luis Nieto. Pepe Moral roza el triunfo

Tengo la impresión de que muy pocas figuras se enfrentarán a toros con el trapío de los novillos de Cuadri de ayer. Nota alta para el ganadero onubense en este apartado. Sin embargo, la novillada, en conjunto, no estuvo a la misma altura en juego. Los mejores fueron primero y sexto. De la terna de novilleros -Pepe Moral, Miguel Ángel Delgado y Miguel Tendero-, en puertas de doctorarse los tres espadas, los dos primeros dieron la talla y el tercero no llegó a cuajar el buen pitón izquierdo del sexto ejemplar.

Pepe Moral rozó el triunfo en su primero, un animal que fue a menos y al que le faltó celo en el último tramo de una faena con altibajos. El palaciego se estiró bien a la verónica. Con la franela, consiguió muletazos excelentes, largos y arrastrando la muleta con la mano diestra. También apostó fuerte con la izquierda, dibujando algún natural de gran calidad, aunque por aquí se vencía el animal. De hecho, se libró de una cogida por reflejos. Sin ser una obra redonda, la parroquia estaba con el altísimo novillero sevillano, al que se le fue la mano en la suerte suprema, con un espadazo trasero y caído. Dio una vuelta al ruedo tras petición. Con el parado y probón cuarto, apenas si tuvo opción al lucimiento.

Miguel Ángel Delgado dio todas las ventajas a su primer novillo, de mala condición (peor todavía por el pitón izquierdo). Con la izquierda sufrió varias coladas y achuchones, sin amilanarse. Cuajó una serie al natural. Excelente epílogo, con un cambio de mano o en un pase del desprecio de un torero con calidad, que no tuvo material propicio para demostrarla. Su segundo, reparado de la vista, fue devuelto de inmediato ante los extraños que hacía tras el percal. En su lugar, saltó el novillo menos voluminoso, que no humillaba y salía con la cara alta, en busca de las tablas. El ecijano se dilató innecesariamente en pases a granel, siendo increpado por el respetable. En la apertura, tras unos estatuarios, se había lucido en algún cambio de mano y pase de la firma, de excelente corte. Pasado de faena, le costó matar al cuadri.

Miguel Tendero no pudo dar ni un pase a su primero, aplomadísimo, tras un tercio de varas en el que le machacaron. El sexto acometió bien por el pitón izquierdo. Tendero daba dos o tres muletazos y rectificaba el sitio. Le faltó ligazón para que saltara la chispa de la emoción.

El espectáculo, que no llegó a romper pese a la actitud firme de los novilleros, pesó por el excesivo metraje -más de dos horas y media-. La lluvia, en un desconocido cielo gris en Sevilla, se unió en el último acto a un festejo con muchos matices para el aficionado, pero desangelado para el gran público.


ABC

Por Zavala de la Serna. Cuajo de Cuadri, cuajado Moral

Quién le iba a decir a Emilio Muñoz que la cornada más sufrida de su vida le vendría fuera de la cara del toro en su treinta aniversario de alternativa. Porque Muñoz ha cumplido en silencio tres décadas como matador de toros (11 de marzo de 1979) alejado de luces y celebraciones. «Ca uno es ca uno». Y Emilio Temple es puro. Lo era en el ruedo y lo es en la calle (Pureza). Fiel a sí mismo. O sea, lo que los fieles del rebaño llaman «raro». Ayer coincidimos de visitadores en la UCI con Diego Puerta. «Vaya tabaco, maestro», le espeté a Diego Valor, y según se lo decía me daba cuenta de que hablaba con el torero bragado al que nunca se le escapó un ápice de miedo por las cincuenta y tantas heridas de su carrera. Y le pregunté por aquella última de Zaragoza sólo dos días antes de despedirse en Sevilla un 12 de octubre. Su gesto explícito, con las manos vueltas hacia arriba a la altura de las rodillas para recomponer sus cosas en la cesta de los huevos, sólo necesitó de la apostilla que subrayaba su pundonor: «Me vacié un bote entero de anestésico de ése para torear. Pero en el quinto ya sangraba mucho…» Así que concluimos que Emilio Muñoz está para reaparecer. Aunque sea con uno de Bernardino Píriz con dos puyazos… Para el cuajo de la novillada de Cuadri aún es pronto, torero. Yo creo que los cuadri nacen ya hondos y con doscientos kilos. ¡Qué volúmenes! Y eso que habían rechazado otros tantos por exceso de peso.

Buen principio de corrida, y buenos principios en algunos novillos, y qué razón tienen los gitanos con su refrán: a partir del segundo la tarde cogió una pendiente lenta y espesa, y los prometedores inicios se desfondaban.

Frente al cuajo del primer novillo de Fernando Cuadri, Pepe Moral dio sobre todo imagen de torero cuajado y firme. La muleta por abajo siempre, aunque el toro, teniendo noble condición por el pitón derecho -por el izquierdo se metía más-, no terminaba de rebosarse ni rematar hasta el final. Moral fue entre altibajos hasta redondear una serie diestra fenomenal, y otra de buen y encajado trazo. Una extensión de más en la faena enfrió la historia, que pudo acabar en premio mayor que la vuelta al ruedo. Prometió el frentudo y tardo cuarto, que gustó de primeras. Desgraciadamente se paró y rajó en la muleta.

El otro cuadri notable de la tarde se jugó en segundo lugar. A Miguel Ángel Delgado le costó mucho cogerle el sitio, y cuando lo hizo soltó la izquierda con una muñeca grácil. El mayor pecado de Delgado es que está verde como las praderas. Se le perdona más la bisoñez que la insistencia. Volvió a soltar la izquierda con un quinto que se vino abajo después de cambiarlo de terrenos. Toma la alternativa en Córdoba. Ustedes verán.

Miguel Tendero se estrelló con el mulo tercero, que se quería quitar la vara y embestía a topetazos y saltos. Sin embargo se pudo ver al torero que proyecta ser con la zurda en el boyancón sexto, que embestía en la altura media sin chispa ni maldad. Tendero halló momentos casi de uno en uno siempre al natural, buenos momentos que calaron poco, como la lluvia sobre los paraguas.


De Toros en Libertad

Por José Antonio del Moral

Cuajo de Cuadri, cuajado Moral

Metida la tarde-noche en lluvia, el de Albacete fue quien mejor logró templar al noblote aunque muy remiso sexto novillo de una desigual corrida en la que los dos primeros ejemplares destacaron con mucho sobre el resto. Con los peores, unos por flojos, otros por venirse a menos y tres de ellos lastimosamente arruinados en una deleznable suerte de varas, los contendientes apenas lograron lucirse pese a su indudable y hasta excesivo empeño. Pepe Moral dio la única vuelta al ruedo por una estimable faena sin redondear ni estructurar como mereció su primer oponente. Y asimismo Miguel Ángel Delgado con el también estupendo segundo al que no acabó de entender aunque se tapó con buenos muletazos y detalles aislados. Salvo la estocada de Moral al quinto, los tres fallaron con los aceros enfriando al personal que terminó injustamente desentendido de la lidia del último toro que fue el mejor aprovechado con la muleta.

La primera cita tenía el aliciente de ver despedirse de La Maestranza a tres novilleros de campanillas al borde de tomar la alternativa y la mayoría de los que acudieron, o no lo sabían o no se enteraron de nada porque, respecto al trato que les dio el público, los olés y los bieeeeen que dedicaron a los dos sevillanos – Pepe Moral y Miguel Ángel Delgado – nos parecieron más de paisanaje que merecidos, mientras que el silencio despectivo que enfrió la bastante mejor faena del albaceteño Miguel Tendero al sexto novillo, evidenció a donde ha llegado ya esta plaza tenida por la más sabia del mundo. Es decir, que Moral y Delgado dejaron escapar los dos mejores novillos de Cuadri y poco faltó para que ambos cortaran una oreja - si hubieran matado bien a sus dos oponentes, seguro que las abrían conseguido - y al único que supo templar y aprovechar al máximo las embestidas de un novillo bastante peor, no le hicieron ni caso. Imagino la desazón de Tendero mientras toreaba en medio del silencio tan solo explicable por el cansancio y la incomodidad de la gente, harta de novillada y finalmente mojados porque la intermitente llovizna que cayó, se convirtió al final en abundante goteo.

El desperdicio de los dos primeros novillos cabe achacarlo no solo a la desordenada lidia que recibieron, también y, sobre todo, a lo que venimos diciendo a menudo de la mayoría de los toreros actuales y fundamentalmente de los nuevos: Que sin dar el paso adelante tras cada pase no se debe si se puede torear bien porque la ligazón resulta así deslucida cuando no imposible, y que el temple es el arma indispensable del toreo en cualquier caso hasta el punto de ser bálsamo infalible para remediar los malos y, cuando no se practica, motivo de empeoramientos.

Pepe Moral tiene planta y empaque, se expresa gestualmente sentido, compone bien y se lo cree, pero no se cruza al pitón contrario ni aunque le empujen, ni sabe estructurar racionalmente las faenas. Y eso fue lo que le ocurrió en el primer y excelente novillo que abrió plaza al que intentó torear sin plan y, por ello, sin el debido concierto.

Más lacio y menos agraciado físicamente Miguel Ángel Delgado, con el segundo estuvo aún peor que Moral porque éste encastado novillo tuvo un alegre pitón izquierdo, se dejó mucho por el derecho, exhibió inagotable movilidad y el joven ecijano no se enteró hasta más allá de mediado su trasteo en el que aguantó sin mandar con la diestra, razón de los desarmes y de la voltereta que sufrió, centrándose únicamente al final cuando la cosa ya no tenía remedio. Es verdad que hubo pases a ráfagas felices, incluso bonitos detalles, pero la faena en su conjunto resultó un galimatías irresuelto.

Por el contrario, la faena de Miguel Tendero al sexto aún sin resultar preciosista, fue lógica, efectiva y francamente admirable desde el punto de vista profesional. El novillo, tan solo franco por el lado izquierdo pero muy remiso, muy tardo, pedía hacer las cosas bien, colocarse en el sitio, adelantar la muleta, enganchar la embestida y tirar, tirar, tirar del animal hasta consumar los muletazos sin dejar que los pitones engancharan nunca el engaño. De no haberlo hecho así Tendero en sus muchos y buenos naturales, el novillo no se hubiera comportado igual. Todo lo hizo y rehizo el torero aunque, lamentablemente, mató muy mal.

Pero si de lamentos hablamos, hacerlo apenados por el desastre de lidia y, sobre todo, por lo garrafal que picaron a los novillos centrales de la tarde. Desde luego que el tercero, el cuarto y el quinto, no fueron tan buenos como los dos primeros, pero acabaron casi impracticables tras ser masacrados tan torpemente por los picadores. Sobre todo el quinto que, bien lidiado, hubiera resultado bastante mejor de lo que pareció en otro desconcierto a cargo de Miguel Delgado.

sevilla_170409.txt · Última modificación: 2020/03/26 12:16 (editor externo)