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PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS

Feria de Isidro

Lunes 23 de mayo

Video resumen AQUí

Por Alberto Bautista. PortalTaurino. Álvaro Alarcón, tres orejas y puerta grande de una excelsa novillada de Fuente Ymbro

¡Qué tarde hemos vivido!: histórico y para el recuerdo con tres sucesos qué dan buena cuenta de ello: un novillero que se presentaba en Las Ventas como Álvaro Alarcón ha cortado nada menos que tres orejas, la bronca al palco tras el tremendo patinazo de la presidencia tras la no concesión de la oreja al quinto que bien podría haber desencadenado una alteración de orden público y la vuelta al ruedo de Alarcón en el sexto con las dos orejas junto al ganadero de Fuente Ymbro, Ricardo Gallardo junto a su mayoral. Y todo de un encierro completísimo bravo y con tremenda calidad de la divisa gaditana. Ha sido la de esta tarde, el suceso de la feria y me atrevería a decir de la más completa del ciclo.

Empecemos por el apoteósico final y créanme que no es por justificarme; pero la lección de toreo que ha ofrecido Álvaro Alarcón es digna de reconocimiento y es que más allá de las tres orejas que paseó que no son baladí, recordaremos su impacto en Madrid. Esas ganas de querer ser toreo sin dramatismos. A golpe de natural, de toreo firme y castellano. Sin estridencias. De esta manera cuajó a su lote, pero sobre todo al gran “Embriagado”: un super clase de Fuente Ymbro, muy bravo en el caballo y con gran fondo en la muleta en una faena de cante grande donde se acopló a las encastadas embestidas del utrero. El estoconazo hasta la empuñadura fue el premio a tan magna obra: dos orejas de Madrid (y, no como la de días atrás) y el premio de la vuelta al ruedo a la encastada desnudez de “Embriagado”. ¡Apoteósico!

Antes, ya habíamos visto la categoría y personalidad que el novillero de Torrijos lleva inserto en su ADN. Esa ambición, esas ganas de querer, esa personalidad arrolladora ante un novillo de cara o cruz, de apuesta total. Se emborrachó ante otro de notable clase y transmisión que a golpe de muletazo convenció a la parroquia venteña y rubricó de otro extraordinario volapié y cortó el apéndice a “Volante” con el que se presentó. Porque Álvaro Alarcón, impactó. Entro de lleno en Madrid y eso son palabras mayores. Triunfador de la novillería en San Isidro, para los desconocidos Toledo es cuna de grandes toreros.

También hubo toreo, pero con otra personalidad y perspectiva de Manuel Diosleguarde, quién tomará la alternativa en la próxima feria de Santiago en Santander. El salmantino, pide a gritos el salto al toro, aunque le cuesta llegar con fuerza a la gente - de cualquier forma, si a lo largo de la pasada temporada ya se encontraba dispuesto para ejemplares de mayor entidad; en esta ocasión vimos a un matador de toros que brilló con el primero en una faena impetuosa ante un novillo noble con calidad y sobre todo con un pitón derecho para bordar el toreo. Sólo la estocada valió la oreja. Con el cuarto, fue silenciado tras verse sobrepasado en algunos compases ante otro ejemplar de Fuente Ymbro de desbordante clase. Tal vez por eso, no logró el refrendo en los tendidos.

Una gran sensación ofreció el novillero Jorge Martínez, criado taurinamente en la Escuela Taurina de Almería; recordemos su triunfal paso por el certamen de novilladas de Andalucía organizado por la FTL y que a la postre fue proclamado triunfador. Horas después de su tremenda actuación ante el quinto, todavía sigue sin comprenderse el tremendo error del usía por la ridícula negativa de la oreja. Y es qué sin ir más lejos, Rufo con bastante menos el otro día cortó dos. ¿Cómo se puede negar una oreja con petición mayoritaria tras una faena escandalosa con un Martínez que estuvo recto como una vela, con una pureza desbordante y sobre todo: sobreponiéndose a las adversidades?, para toda la plaza menos para el Sr. Sanjuan, Martínez cortó una oreja de ley; otra de Madrid. Una obra suprema cincelada de un soberbio espadazo.

Ofreció también firmeza en su primero, en una actuación en la que se vio sobrepasado en los primeros compases e incluso llegó a ser prendido ante un novillo con genio, también de apostarlo todo. Pero Martínez, no se amilanó y tiró la moneda por la vía del arrojo y pundonor. Hay que verle, otra vez. Merece su repetición en el verano. Será un torero importante este novillero que cuenta con una envidiable proyección.

Ni qué decir tiene que urge el criterio unánime del palco que siempre venimos pidiendo. No se puede esperar más. Y la empresa, está tardando en anunciar a los tres novilleros triunfadores de lo que llevamos de temporada: Álvaro Alarcón, Diego García e Isaac Fonseca.

Lunes 23 de mayo de 2022. Plaza de toros de Las Ventas - más de media plaza en tarde primaveral (14.645 espectadores). Feria de San Isidro. Décimo cuarta de abono. Novillada con picadores de Fuente Ymbro - bien presentados y de excepcional clase: movilidad, transmisión, humillación y un sexto de excelente tranco - (noble con transmisión el primero, encastado el segundo, con movilidad y transmisión el tercero, de notable clase el cuarto, encastado con genio el quinto y con gran transmisión y de excepcional clase el sexto) para Manuel Diosleguarde de nazareno y oro (oreja y silencio tras aviso), Jorge Martínez que se presentó - de azul marino y oro (ovación con saludos y vuelta al ruedo) y Álvaro Alarcón que se presentó - de blanco y plata (oreja y dos orejas). Andrés Revuelta saludó una ovación tras parear al tercero. “Embriagado”, nº 173, castaño listón de capa con 496 kgs y lidiado en sexto lugar fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

Crónicas de la prensa

Por Paco Aguado. EFE. Tres orejas para Álvaro Alarcón en tarde de novilleros entregados

El novillero toledano Álvaro Alarcón salió hoy a hombros de Las Ventas tras cortar tres orejas a un encierro de Fuente Ymbro con el que también derrocharon entrega sus dos compañeros, y en especial Jorge Martínez, al que la presidencia negó incomprensiblemente una oreja ganada a ley.

Y fue precisamente esa entrega, además del valor y del oficio, que puso la terna lo que, aparte de trofeos, tal vez hizo ver mejor de lo que fue en su conjunto ese sexteto de utreros en los que hubo de todo, desde la bravura, sí, del premiado sexto al genio y al peligro de algún otro, como el peligroso lote de Martínez, que se les impuso con un enorme y sereno valor.

La pareja de novillos más completa fue, en realidad, la de Alarcón, que toreó a los dos con idéntica firmeza, plantándose siempre en los medios de la plaza para imponerles su mando en dos faenas que tuvieron altas dosis de expresión y temple.

Le cortó ya una oreja al tercero, al que limó el temperamento que desarrolló en los primeros tercios con dos soberbias tandas de naturales para abrir boca, antes de que tanda a tanda el animal fuera perdiendo celo, justo cuando lo mató de una estocada en la que partió la empuñadura del estoque.

El sexto salió cruzándose por el pitón izquierdo, manifestando un posible defecto de visión que luego, en la muleta, le hizo defenderse precisamente por ese lado. En cambio, por el derecho tomó los engaños con entrega y profundidad, haciendo que Alarcón basara en la mano diestra una faena a más y de mayor brillo cuanto más sometido y despacio embarcó las embestidas.

Ese detalle marcó las dos últimas tandas de muletazos de un trasteo que se vivió con creciente entusiasmo en el tendido y que desató la petición, y la concesión, de las dos orejas tras el soberbio estoconazo con que el novillero de Ocaña tumbó al de Fuente Ymbro de manera fulminante.

El paseo por el anillo del triunfador y el ganadero, así como la vuelta al ruedo al utrero ofrecieron un injusto contraste con lo vivido en el turno anterior, cuando el presidente, negado a la evidencia, no quiso conceder a Jorge Martínez una de las orejas más merecidas de lo que va de feria.

Así lo vio también el público, que pidió el trofeo de forma mayoritaria tras presenciar el enervante duelo que el novillero almeriense mantuvo con un quinto con genio y con sentido, que se coló repetidamente buscando la femoral de un torero que nunca se arredró.

Aguantó Martínez cada colada -alguna de las cuales llegó incluso a alcanzarle- de un animal que siempre estuvo «de caza», pero al que, con una férrea insistencia, sin achicarse nunca, acabó obligando a hacer aquello a lo que el animal se negaba: tomar su muleta con recorrido, aun a regañadientes.

Una estocada también demoledora acabó por hacer casi obligada la concesión de esa oreja, menos para el criterio de un presidente de dudosa capacitación para ocupar el palco de la primera plaza del mundo. La fuerte bronca del público a su decisión estuvo a la altura de su error.

Antes de que Jorge Martínez se la jugara con la misma limpieza y honestidad también con el segundo, otro novillo con «guasa» que sí que llegó a voltearle, Manuel Diosleguarde había cortado la oreja del primero, por una faena pulcra y de solvente oficio a un utrero más manejable que el cuarto, de movilidad engañosa y a menos, con el que el salmantino resolvió con idéntica facilidad.

23_mayo_22_madrid.txt · Última modificación: 2022/05/24 08:45 por Editor