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Aunque algunas fuentes mencionan la existencia de una plaza de toros en Tetuán, todo hace indicar que no fue así. Sí es posible, aunque no tenemos datos confirmados, que se organizase algún espectáculo taurino en dependencias del Colegio El Pilar.

Se tiene constancia de la existencia del Club Taurino de Tetuán, fundado en los años cuarenta del siglo XX y ubicado en una de las calles más céntricas de la ciudad, entonces capital del Protectorado español en Marruecos. Se sabe que las instalaciones mostraban una interesante colección de carteles y objetos taurinos, presidida por la cabeza del toro “Finito”, de la vacada de Moreno Santamaría, estoqueado por Joselito El Gallo en la plaza de Sevilla en 1913. Su junta directiva estaba presidida por Manuel García-Sañudo y Giraldo, cronista oficial de la ciudad, nacido en Marchena y fallecido en Sevilla en 1969. El vicepresidente era Manuel Andreu “Facultades” y el secretario fue Miguel Muñoz “Revertito”. Son datos publicados en su día posiblemente en el diario ABC por Antonio Colón.

El secretario del Club, Miguel Muñoz “Revertito”, posteriormente regentó el conocido Bar Revertito, establecimiento que heredó parte de la colección de objetos taurinos del Club.

“Entramos en el bar El Revertito. Pedimos dos copas de jerez. Las paredes están decoradas con cabezas de toro disecadas. la taberna mantiene algo de su antiguo esplendor. Es la primera vez que entro aquí. Cuando era niño venía, pero solo a la terraza, a rebañar los platos, bebernos los restos de los vasos de gaseosa y vino, y recoger las colillas de tabaco rubio. Ahora la frecuentan funcionarios, pequeños comerciates marroquíes y los pocos militares españoles que quedan en Tetuán. (…) Distribuyo mi tiempo entre la lectura en árabe y en español, y las juergas en los bares. El mejor es El Revertito, con sus cabezas de toro disecadas colgadas en las paredes. (…) En la taberna del español (en el barrio de Trankat) me tomo un jerez. Dos viejos españoles están hablando del arte del toreo. Ya no es como antes. Evocan con nostalgia a José Barandas, a Marcial Lalanda, a Chicuelo; al valiente Francisco Peralta, a Joselito, a Rafael el Gallo, Manuel Bienvenida Mejías, Juan Luis de la Rosa, fascista asesinado en Barcelona a principios de la guerra civil española; y al gran Manolete. Cuando la discusión subre de tono, el dueño interviene para apaciguar los ánimos.” (De la novela autobiográfica de Mohammed Chukri, Tiempo de errores, Barcelona, Cabaret Voltaire, 2013).

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• Plazas de África.